Las razones que pueden conducir a la solicitud de «quiebra» son muy variadas: en situaciones de emprendimiento o incluso en contextos de estrangulamiento financiero, la variedad de circunstancias conducentes a la declaración de quiebra son válidas. En cualquiera de estos casos, te explicamos cómo realizar este proceso.
La declaración de quiebra es un proceso de carácter judicial, por lo que tienes que contar con la asesoría de un especialista (abogado) para la redacción de un documento vinculante a una instancia (tribunal) más próximo a tu casa.
Requisitos
Además de la solicitud previamente mencionada, la declaración de quiebra contiene los siguientes requerimientos:
Después del procesamiento de todos estos recaudos por parte del tribunal, la persona interesada en declararse en quiebra tiene que dirigirse a la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, consignar el documento acreditado por la corte y los requisitos mencionados, ya que este proceso es necesario para que exista un liquidador titular y uno suplente; esta designación será debidamente remitida al tribunal correspondiente.
El paso posterior a estos procedimientos es la detención de todas las demandas y litigios que fueron descritos en la solicitud. Luego, el liquidador designado tendrá certificación judicial para llevar a cabo el proceso de finiquito de los activos del deudor, dando por finalizada la liquidación y una nueva «cuenta nueva» para el interesado. Este proceso puede tardar 6 meses más o menos, incluyendo el primer y el último paso.
En Deuda Judicial, contamos con un equipo de 10 abogados especialistas en protección de patrimonio y superación económica que tienen una vasta experiencia en la atención y diligencia de procesos de declaración de quiebra en favor de los intereses del deudor. Ponte en contacto con nosotros para evaluar tu caso detenidamente.